Muerte en vida

Es delicioso sentir ese líquido caliente al contacto de mis labios. Nutre sin preguntar. Los llena de color y candor. Es la forma con la que la vida perdura.
Poco a poco este líquido esta ahora en la lengua. Aquí es donde puedo disfrutar y gozar su delicioso sabor. No me enferma ni disgusta; al contrario. Es la felicidad que va entrando. El placer va en aumento. El color es mayor.
El sabor ahora lo siento en la garganta. Es increíble cómo un líquido primordial te llena de vida. Te da una nueva. No tienes preocupaciones al sentirla, todo es calma. Delicia, gozo, placer.
Ya no tiemblo. Lo que entró es suficiente. Tengo fuerzas. Puedo cazar más. Necesito más. ¿Dónde localizar ese elixir sagrado? Ya lo sé.
Nadie te podrá proteger. Cuida de tu cuello. Mis colmillos están deseosos de perforarlo.

Estoy detrás de ti

Último Deseo

La suavidad del terciopelo de esa espalda delineada en mis manos me provocaba fuerzas excepcionales. El sonido de su voz era el supuesto de mi delirio.
– ¿Lo quieres todo?
– ¡Si, dámelo por favor! ¡Te lo imploro!
– ¿No has probado suficiente?
– ¡No!
La noche estaba muriendo. Sentí cómo algo presionaba mi cuello. Mi piel se erizaba. Estaba excitado.
– Es decisión tuya, ya no hay marcha atrás.
– ¡Si! Lo deseo.
Todas las cosas iban cambiando. El sonido cada vez era menor. El olfato un poco más pronunciado. La vista… mejor que nunca. Contemplaba cómo el sol iba naciendo, mientras mi amante me tenía en sus brazos.
Mi última vista de un amanecer.